Tu cuerpo estaba lleno
de distintas caricias,
y a mí no me importaba.
Pues, tan sólo quería
dejar unos fragmentos
de ternura en tu piel.
(No necesito más)
Las caricias de antaño
se han convertido en humo.
Y, ahora tu corazón
palpa incansablemente
la cicatriz de amor
que te dejé en el alma:
y añoras mi presencia.
Carmen Aguirre
Poema publicado en el nº 2 de "Rebalaje"
14 de Diciembre de 2001
jueves, 29 de noviembre de 2007
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1 comentario:
Que hermoso mi faraona eso de . . . dejar unos fragmentos de ternura en tu piel.
pero tú de una u otra forma vas dejando tu ser impreso en los demás.
un beso.
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