Llegó sin hacer ruido.
Llegó...
y ni siquiera me di cuenta
que me estaba rondando.
Llegó el momento intenso
de desvelar lo arcano.
Llegaron desamparos,
y en las noches de insomnio
-como un aletear de mariposas-,
bullen en mi cerebro
los recuerdos lejanos.
Recuerdos escondidos,
recuerdos enterrados
en marañas de sombras.
Recuerdo...
al fin y al cabo, extraviados.
Y me descubro ante lo inevitable,
tejiendo y destejiendo una madeja
hecha de soledades,
y un discurrir de aguas
que no encuentran su cauce.
En el brumoso espejo
de mis concavidades,
hay memoria de un tiempo
en que acunaba soles,
sin temor a abrasarme.
Tuve un fulgor de estrellas
brillándome en los ojos,
y multitud de besos
maduraron mi carne.
El perfil de las lágrimas,
en su fase creciente,
asume realidades.
...Y en desagravio, abro los palomares.
Por eso... este momento tiene
lucidez desprendida,
y el resurgir de imágenes
llega serenamente
con la nostalgia rota;
como arriban las olas
a besar las arenas,
cubriéndolas apenas
de espumas fugitivas.
Hay un preludio de suspiros
que escapa al cautiverio
y va ganando espacio.
Penetrando universo,
asciende al infinito
hasta desvanecerse
en las intimidades de la luna.
Carmen Aguirre
Publicado en el nº 6 de "Variaciones"
29 de Septiembre de 2005
jueves, 29 de noviembre de 2007
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1 comentario:
Cuanto mas te leo, mas me sorprendo, mas te admiro. . .¿Cuántas cosas tienes que enseñarme?
Ya hace mucho tiempo que te llame artista pero se queda corta esa palabra tu eres mas que eso. . . ¡eres única!
Besos
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