sábado, 25 de agosto de 2007

AL BORDE DEL JAZMÍN

El sol brillando.
El trinar de los pájaros.
La rosa en su apogeo:
Todo derrocha vida.

Veinticinco de agosto
al borde del jazmín,
voy cogiendo sus flores,
entreabiertas,
que acuno entre mis manos,
para ensartarlas, luego,
en la biznaga.

Y mientras la conformo,
se me huye el pensamiento
hacia tu forma ausente.

Ya no estoy junto a ti,
pero quizás me sientas
en medio del silencio,
en el lecho del río,
en la hierba mojada,
o en la esquina del cerro
donde asoma la luna.

Soñar no cuesta nada...
y yo fabrico sueños
para poder vivir.

Por eso...
en esta tarde
de finales de agosto
al borde del jazmín,
he acunado en mis manos
un suspirar de estrellas.


Carmen Aguirre

Poema publicado en Mosaico Literario VI
17 de Marzo de 2003

domingo, 19 de agosto de 2007

MORTAJA DE LUNA Y VIENTO

A Federico García Lorca

Sonidos de yunque y fragua
ahondando el sentimiento.
Banderas por las esquinas...
por las esquinas del tiempo.

Se van clavando rejones
de magia, duende y misterio.
Y el aire se vuelve verde,
¡y la campana lamento!
y la noche es aún más noche,
¡y el silencio es más silencio!

Ya el aire gime que gime...
¡ya el aire dice gimiendo!:
“que cubran a Federico
con mortajita de viento”.

Arañas de escalofríos
por la espalda van subiendo.
Un latido de jazmines
agoniza contra el suelo;
y la pena negra fluye
hasta el brocal de mi pecho.

Y el aire gime que gime...
¡y el aire dice gimiendo!:
“a los senderos del agua
ponedle crespones negros”.

Mortaja de viento y luna,
¡mortaja de luna y viento!,
que cubran a Federico
de azahares y luceros.
Que duerme en una veleta...
¡entre la tierra y el cielo!.

Carmen Aguirre

Poema en homenaje a García Lorca

en su centenario. Fuente Vaqueros 1998



miércoles, 8 de agosto de 2007

PARA TI

-A Enrique Maestre-

¡Oh mi amor!
Derrames de luna clara
con arrullos de sirenas.
Corazón desbocado
en alas de la pasión.
Sensibilidad a flor de piel,
relicario de recuerdos
debatiéndose en la pena-alegría.

Cataratas de sentimientos
afloran a tus ojos,
destrenzándose en lágrimas.
Lágrimas tiernas como el rocío,
salobres como la mar,
diáfanas, como el cielo que te vio nacer,
y azules como estos versos que te ofrezco.
Porque tú... eres mi amor.


Carmen Aguirre

Publicado en el nº 4 de "Rebalaje"
Diciembre de 2003