viernes, 27 de julio de 2007

DIÁLOGO DE AMOR

-Muda la palabra,
vendrá desde mi labio hasta tu labio,
fundirá en una sombra nuestras sombras. -
Luis Cernuda

Porque hablamos los dos el mismo idioma,
idioma de palabras prescindido.
El diálogo se ubica en el latido
y el corazón por cada poro asoma.

Tú sabes recorrerme cada loma,
cada grieta de mi universo ardido.
Yo sé... de tu jardín estremecido
y repentinos vuelos de paloma.

Que el amor no precisa de alfabeto;
su vocablo es la luz, es tacto y fuego:
oleaje que por la piel avanza.

Nuestro verbo es la sangre y su decreto,
conjugar lluvia y sol. Renacer, luego,
al abrazo total de la esperanza.

Carmen Aguirre

Poema publicado en Mosaico Literario V

Mayo de 2002

jueves, 19 de julio de 2007

BUSCARTE

-…y echo yo de menos y ansiosa busco… -
Safo

Buscarte por el aire que respiro.
Buscarte entre las sombras de mi lecho.
Buscarte en mi raíz, mientras deliro.
Buscarte en lo más hondo de mi pecho.
Buscarte, amor, porque sin ti yo expiro.
Buscarte en mi revés y en mi derecho.
Buscarte porque añoro tu presencia
y mi amor se acrecienta con la ausencia.


Carmen Aguirre

Publicado en el nº VI
de Mosaico Literario
17 de Marzo de 2003

ENCONTRARTE

-Por encontrarte, dejar
de vivir en ti, y en mí,
y en los otros-.
Pedro Salinas

Encontrarte en las sílabas de AMAR.
Encontrarte en la luz del firmamento.
Encontrarte en el fuego y en la mar.
Encontrarte en la estrella y en el viento.
Encontrarte en el fondo del soñar.
Encontrarte mientras me quede aliento.
Encontrarte, mi amor, ¡siempre encontrarte!

pues ni en la muerte dejaré de amarte.

Carmen Aguirre

Publicado en el nº VI
de Mosaico Literario
17 de Marzo de 2003

sábado, 7 de julio de 2007

ME MORIRÉ CONTIGO

Eres el que me mata lentamente,
mi compañero en las noches de insomnio.
Eres mi amante, mi ángel y demonio,
mi sed, mi agua, mi fuego y mi torrente.

En tus redes me tienes atrapada,
envuelta entre la niebla de tu beso;
tan grande es la pasión que te profeso,
que me quedo en tus aires, abrasada.

Yo te acerco a mis labios y te aspiro
para que calmes mi ansiedad, latente.
Te me adentras irremisiblemente
y, yo al sentirte en mí, de ardor expiro.

Compañero de mis horas vacías,
acompañante fiel –rubio de trigo–,
siempre dispuesto a quemarte conmigo
mañana, tarde, noche, y día a día.

Nunca te dejaré, ¡oh, amado mío!,
prendida voy de ti, tan dulcemente,
que me da igual que el resto de la gente
me condenen por este desvarío.

A nuestro amor no pongo cortapisa;
si tanto tú me das, ¡qué importa nada!...
Me moriré contigo, a ti abrazada,
fundida mi ceniza en tu ceniza.

Carmen Aguirre

Publicado en el nº 7 de la colección "Variaciones"

Diciembre de 2005