A mi hija Blanca
en el día de su graduación
29-6-2007
Parece que fue ayer... y pasó el tiempo.
Parece que fue ayer,
cuando tú comenzabas la senda del desvelo.
Parece que fue ayer... ¡pero ya es hoy!,
y hacia adelante vas, con ilusión,
a recoger el fruto de tu esfuerzo.
Mas, ahora
es cuando empieza la verdadera entrega,
el batallar constante de la vida.
Solamente te pido:
que seas, para el que sufre, bálsamo y esperanza,
y sanes las heridas de cuerpos y de almas.
Te deseo, mi pequeña,
que en este día radiante se te abran alboradas
y el corazón te vuele como paloma blanca.
...Y aunque ha pasado el tiempo, rápido como un ala,
hoy quisiera decirte tan sólo estas palabras:
Siempre...
¡siempre serás mi niña,
aquella que acunaba entre mis brazos
para que no llorara!
Carmen Aguirre
Publicado en el nº 11 de la Revista Rebalaje
junio de 2007
en el día de su graduación
29-6-2007
Parece que fue ayer... y pasó el tiempo.
Parece que fue ayer,
cuando tú comenzabas la senda del desvelo.
Parece que fue ayer... ¡pero ya es hoy!,
y hacia adelante vas, con ilusión,
a recoger el fruto de tu esfuerzo.
Mas, ahora
es cuando empieza la verdadera entrega,
el batallar constante de la vida.
Solamente te pido:
que seas, para el que sufre, bálsamo y esperanza,
y sanes las heridas de cuerpos y de almas.
Te deseo, mi pequeña,
que en este día radiante se te abran alboradas
y el corazón te vuele como paloma blanca.
...Y aunque ha pasado el tiempo, rápido como un ala,
hoy quisiera decirte tan sólo estas palabras:
Siempre...
¡siempre serás mi niña,
aquella que acunaba entre mis brazos
para que no llorara!
Carmen Aguirre
Publicado en el nº 11 de la Revista Rebalaje
junio de 2007